domingo, 25 de enero de 2015

En la carretera....

Bueno, resulta que los típos raros eran de un grupo teatral de Fráncfort del Meno e iban a un festival a Almería. Toma ya! El autobus era un artefacto preparado paravivir y viajar en el. En la parte trasera incorporaron una puerta de garaje, dentro había una moto de cross, luego los colchones para dormir, la cocina y más camas. La única chica que había a bordo sacó harina, unos huevos y nos hizo espagetti. Y no me acuerdo de mucho más porque me quede dormido. Era cansancio psiquico, los nervios en la frontera austriaca, el pánico en la frontera con Alemania - todo esto hizo que me quede frito y de Francia no tengo ni más mínimo recuerdo.  Llegamos a un pueblo de Barcelona, los alemanes paran en una calle, aparecen más alemanes y entre todos sacamos un motor de peugeot 205 que había dentro del autobus.  Imagino que en Alemania salía más barato y alguién se lo encargo a los actores de Fráncfort - yo que sé...  Los simpáticos alemanes me dejaron en la Nacional II en Martorell. Tachán tachán! Estoy en España, ya queda poco para llegar a Alcalá de Henares.

Parado en un arcén de la autopista, haciendo el dedo. En otro lado unas naves con grandes tiendas de electrodomésticos, electricidad etc. En 2 horas solo se para un coche, yo preguntando por Lerida, el tío me dice no sé que y se pira.  Joder.... Seguimos haciendo el autoestop. Después de 4 horas empiezo a ponerme algo impaciente. 4 horas son muchas, tengo que pillar un coche ya. Después de 6 horas me doy por vencido - que chungo es hacer el autostop en Spain.  Unos años después, haciendo el curso de carné de conducir en Autoescuela Cebra en Madrid (que hoy, por cierto es una autoescuela china), descubro el motivo de mi desesperada espera. Está prohibido recoger los autostopistas en España. Y menos en una autopista.


 Sigo caminando por el arcén, es Mártes por la tarde, de repente encuentro una valla cortada lo que  me permite abandonar la autopista y pasar a la vía de servicio. Unos metros después hay un bar  y una nissan vanette serigrafíada con una palabra "fontanero" aparcada en frente. Al lado de la furgoneta un abuelo que se oferece a llevarme hasta Igualada. No tengo ni ídea si esto queda muy lejos o no decido irme con este simpático señor porque no me quedaba otra y porque se estaba haciendo de noche ya.  En Igualada a la salida del pueblo había una gasolinera y un supermercado. Ya que me entraba hambre y el pan que compré en Polonia se puso verde, entré al super a comprar algo. Por los 125 ptas no daba para mucho así que compre una botella de agua, unos quesitos para untar y un pan. Todo iba bien hasta pasar por caja. Al cobrarme, la cajera coje las pesetas y me dice pasando cada moneda por el mostrador: no vale, no vale, no vale....Joderrr....  Resulta que casi todas las monedas que yo tenía eran las que las retiraron de circulación un año antes, en el 1.997.  Vaya mala suerte... Hambriento y cabreado salí del super solo con una botella de agua.

Erán las 10 de la noche, deje mi mochila apoyada en un poste y decidi hacer el dedo para llegar a Lerida. Hacía frío, el termometro en la acera marcaba 3 grados bajo cero y yo con un chandal...  Tiritando de frío y esperando coches, los cuales pasaban cada 5-10 minutos. La imágen se repetía, primero el sonido de un motor grande, luego las luces de cabina, los camioneros acelerando y cambiando marchas para salir pitando de Igualada.  Y yo... yo como una pobre putilla por debajo de la última farola de la ciudad. Una hora después estaba deseperado, veo un camión acelerando, junto las manos como para rezar i grito "por favoooor". Funccionó! 50 metros delante se para el trailer, y se ofrece a llevarme a Lerida.  Un momento señor - me retiro a por la mochila y en un plis plas subo a la cabina.  El camionero me explicó que va a Santiago de Compostela y que me va a dejar en una gasolinera grande en Zaragoza que es mucho mejor que Lerida. "Una gasolinera grande, una gasolinera grande" repetía el tío como para asegurarse que lo entiendo. Mientras tanto se puso a hablar por CB radio, repitiendo la frase "polaco loco, polaco loco, autostop". Paramos en una gasolinera para tomar un café donde nos esperan sus amigos. Creo que no pueden creer que vengo desde Polonia en autoestop, me dan palmaditas en la espalda y me dicen algo, pero no entiendo ni pío. Montamos en el camión y seguimos camino a Zaragoza. El hombre sacó unas fotos enseñandome su mujer y su hijo recien nacido. De repente me hace señas para abrir la nevera, me hace sacar los sandwich que le preparó su mujer y me dice "Come!" Y yo claro, con un hambre que no veas, pero como me enseñó mi Mama la buena educación, le dije que no, que no tengo hambre, etc. Entonces el típo me mira y me dice " Ó comes, ó sales del coche". Joder, sí que lo comí todo, todo... Muy majo y muy buena persona, es una pena que no le puedo dar las gracias despuñes de tantos años...

Paramos cerca de Zaragoza, me bajo del camión y escucho que el que está al lado está arrancando el motor. "¿Madrid, Madrid?" grito. Sí, sube. Toma!  Después de unos cuantos km, la historia se repite, el camionero me hace abrir la nevera, saca los sandwich y un buen pedazo de queso curado, me da un cuchillo y me dice que "comeee", le digo que no, que no tengo hambre (ésta vez era verdad), pero me dijo "comes ó si no, sales" pues lo comí todo. Esto no acabó así, sacó un odre con vino y empezó a beber. Después de unos tragos me lo pasó. Y así ibamos los dos tragando kilometros y tragando vino tinto. Hay que reconocer que cogí un pedo de los buenos, hasta casi empezé hablar castellano jejeje

Y ahora lo más fuerte - llegamos a Alcalá de Henares, voy reconociendo la ciudad, Alcampo de C.C. La Dehesa y justo en la salida donde me iba dejar el hombre, veo chispas desde el mechero al lado de la palanca de cambios, por todas las esquinas de la cabina por donde van los cables. El camión se queda sin electricidad, solo le funcionaban las luces de avería. INCREIBLE! Justo en el sitío donde me iba a dejar!

Me despido del amable camionero y decido ir primero a la calle Río Sorbes, donde pase unas increibles vacaciones  en piso de mi padre en el 1.993. En el bolsillo solo tengo un número de telefono de Marzena - una amiga polaca y la dirección de Manolo, un amigo de mi padre.

Continuará...


sábado, 24 de enero de 2015

Camino a España

Me acerqué a este hombre polaco con bigote preguntando si me puede ayudar. le conté mis planes de sibir toda la Republica Checa, Eslovaquia, Hungría y Eslovenia para pasar por Italia y a Francia. El camionero me dijo rotundamente:

- Llevo 6 años vieviendo en Italia y sé como son italianos. No te dejarán a entrar ni de coña, tienes muchas más posibilidades entrar a Alemania que a Italia. Si quieres te acercaré a una gasolinera para que encuentres alguién que te lleve a Alemania.

No me quedó otra que subirme a ese Iveco rojo y grande.  Pasada uno hora o dos, me baje en una gasolinera de esas que hay a lado de las autopistas, en algún punto de Chequia. De repenta veo una pareja de polacos saliendo de un Opel Kadett blanco, empiezo hablar con ellos y al escuchar mi historia se lamentan de que tienen el coche a tope de cosas personales, equipamiento de cocina etc. porque se están mudando desde Silesia (Polonia) a Alemania. Me invitaron a tomar un cafe, me dieron su nueva direccón y el número de teléfono y nos despedimos entre abrazos. Vagabundeando por el parking de la gasolinera, cansado, nervioso, abatido me parece ver otro coche con matrícula polaca. Empiezo hablar con los chicos (y sin saber idiomas!) - resulta que ni son polacos, ni la matrícula era polaca. Eran alemanes que volvían de una boda en Polonia vía Chequia. Nos metimos en el coche, delante el chico con su - imagino - novia, y detrás a la derecha una chica alemana de dimensiones más que grandes, grandes, yo en medio y a la izquierda una olla enorme de las que hace 30 años se usaban para cocinar la ropa de cama.


Ibamos entre la lluvia, como dice el poeta "Por la calle del olvido donde nunca brilla el día, 
condenados a una noche tan oscura como fría" unas 8 horas hasta que paramos en el puesto fronterizo con Alemania.
. Llega el guardia aleman y nos pide los pasaportes, comprobando las identidades: aleman, aleman, aleman, polaco. Mira mi pasaporte, mira el sello "ZURÜCKGEWIESEN" y con mi pasaporte en la mano se va a la caseta. Y yo pensando que la prohibición de entrada se refiere a todo el territorio de la Unión Europea empezé a sentir miedo. Os lo juro! Núnca en la vida tuve tanto miedo como aquella noche. Más que miedo era el pánico. Tuve ganas de salir del coche y correr sin parar. Cosa que era imposible teniendo en cuenta que a mi izquierda estaba la enorme olla y a mi derecha más que enorme alemana. Pasados unos minutos regresa el policía aleman, nos devuelve los pasaportes y nos desea buen viaje!  Yuppi! No me lo pude creer! Me despido delos amables chicos en una gasolinera ni sé donde intentando encontrar otro coche que me lleve dirección España.  Por la mañana me invita a subir a su camión remolque una mujer camionera. En principio todo era bien, lo malo es que era un camion de reparto y paramos en un sinfin de sitios, parando en unos cuantos pueblos y polígonos industriales. Bueno. El siguiente conductor que me llevo era un crack. Un tipo joven, alto, barbudo y con rastas. Conduciendo con el pie izquierdo - vestido de enormes botas Timberland - encima del salpicadero y fumando marijuana. Me regalo un atlas de Europa sacado de una mochila sucia y me dijo que me tengo mover en direccón Mulhouse en Francia.  Nos despedimos en una gasolinera cerca de frontera con Francia. Allí veo unos cuantos camiones polacos aparcados detras del restaurante en el area de descanso. Hablando con mis paisanos, ninguno quiso a llevarme a Francia, bueno - que os den cabrones.... Un hombre mayor, trabajador de la gasolinera con señas me explicó de que va a preguntar a los clientes y si alguíen quiere llevarme me avisa.  Pasadas unas horas veo una ímagen bastante curiosa:  entra un viejo autobus urbano color naranja a echar gasoil, la puerta delantera y trasera esta soldada, solo existio la puerta del media la cual se abre y salen:  un tío con rastas, un tío calvo, un tío  digamos "normal", una mujer y un calvo con rastas. Les pregunto si me pueden llevar a Lyon, me responden que sí, que no hay problema....

Continuará...

Bueno han pasado muchos los años que estoy fuera de España, así por favor, disculpad mis faltas de ortografía y de gramática. Es increible como se olvida - me estoy haciendo pureta ;)