Bueno, resulta que los típos raros eran de un grupo teatral de Fráncfort del Meno e iban a un festival a Almería. Toma ya! El autobus era un artefacto preparado paravivir y viajar en el. En la parte trasera incorporaron una puerta de garaje, dentro había una moto de cross, luego los colchones para dormir, la cocina y más camas. La única chica que había a bordo sacó harina, unos huevos y nos hizo espagetti. Y no me acuerdo de mucho más porque me quede dormido. Era cansancio psiquico, los nervios en la frontera austriaca, el pánico en la frontera con Alemania - todo esto hizo que me quede frito y de Francia no tengo ni más mínimo recuerdo. Llegamos a un pueblo de Barcelona, los alemanes paran en una calle, aparecen más alemanes y entre todos sacamos un motor de peugeot 205 que había dentro del autobus. Imagino que en Alemania salía más barato y alguién se lo encargo a los actores de Fráncfort - yo que sé... Los simpáticos alemanes me dejaron en la Nacional II en Martorell. Tachán tachán! Estoy en España, ya queda poco para llegar a Alcalá de Henares.
Parado en un arcén de la autopista, haciendo el dedo. En otro lado unas naves con grandes tiendas de electrodomésticos, electricidad etc. En 2 horas solo se para un coche, yo preguntando por Lerida, el tío me dice no sé que y se pira. Joder.... Seguimos haciendo el autoestop. Después de 4 horas empiezo a ponerme algo impaciente. 4 horas son muchas, tengo que pillar un coche ya. Después de 6 horas me doy por vencido - que chungo es hacer el autostop en Spain. Unos años después, haciendo el curso de carné de conducir en Autoescuela Cebra en Madrid (que hoy, por cierto es una autoescuela china), descubro el motivo de mi desesperada espera. Está prohibido recoger los autostopistas en España. Y menos en una autopista.
Sigo caminando por el arcén, es Mártes por la tarde, de repente encuentro una valla cortada lo que me permite abandonar la autopista y pasar a la vía de servicio. Unos metros después hay un bar y una nissan vanette serigrafíada con una palabra "fontanero" aparcada en frente. Al lado de la furgoneta un abuelo que se oferece a llevarme hasta Igualada. No tengo ni ídea si esto queda muy lejos o no decido irme con este simpático señor porque no me quedaba otra y porque se estaba haciendo de noche ya. En Igualada a la salida del pueblo había una gasolinera y un supermercado. Ya que me entraba hambre y el pan que compré en Polonia se puso verde, entré al super a comprar algo. Por los 125 ptas no daba para mucho así que compre una botella de agua, unos quesitos para untar y un pan. Todo iba bien hasta pasar por caja. Al cobrarme, la cajera coje las pesetas y me dice pasando cada moneda por el mostrador: no vale, no vale, no vale....Joderrr.... Resulta que casi todas las monedas que yo tenía eran las que las retiraron de circulación un año antes, en el 1.997. Vaya mala suerte... Hambriento y cabreado salí del super solo con una botella de agua.
Erán las 10 de la noche, deje mi mochila apoyada en un poste y decidi hacer el dedo para llegar a Lerida. Hacía frío, el termometro en la acera marcaba 3 grados bajo cero y yo con un chandal... Tiritando de frío y esperando coches, los cuales pasaban cada 5-10 minutos. La imágen se repetía, primero el sonido de un motor grande, luego las luces de cabina, los camioneros acelerando y cambiando marchas para salir pitando de Igualada. Y yo... yo como una pobre putilla por debajo de la última farola de la ciudad. Una hora después estaba deseperado, veo un camión acelerando, junto las manos como para rezar i grito "por favoooor". Funccionó! 50 metros delante se para el trailer, y se ofrece a llevarme a Lerida. Un momento señor - me retiro a por la mochila y en un plis plas subo a la cabina. El camionero me explicó que va a Santiago de Compostela y que me va a dejar en una gasolinera grande en Zaragoza que es mucho mejor que Lerida. "Una gasolinera grande, una gasolinera grande" repetía el tío como para asegurarse que lo entiendo. Mientras tanto se puso a hablar por CB radio, repitiendo la frase "polaco loco, polaco loco, autostop". Paramos en una gasolinera para tomar un café donde nos esperan sus amigos. Creo que no pueden creer que vengo desde Polonia en autoestop, me dan palmaditas en la espalda y me dicen algo, pero no entiendo ni pío. Montamos en el camión y seguimos camino a Zaragoza. El hombre sacó unas fotos enseñandome su mujer y su hijo recien nacido. De repente me hace señas para abrir la nevera, me hace sacar los sandwich que le preparó su mujer y me dice "Come!" Y yo claro, con un hambre que no veas, pero como me enseñó mi Mama la buena educación, le dije que no, que no tengo hambre, etc. Entonces el típo me mira y me dice " Ó comes, ó sales del coche". Joder, sí que lo comí todo, todo... Muy majo y muy buena persona, es una pena que no le puedo dar las gracias despuñes de tantos años...
Paramos cerca de Zaragoza, me bajo del camión y escucho que el que está al lado está arrancando el motor. "¿Madrid, Madrid?" grito. Sí, sube. Toma! Después de unos cuantos km, la historia se repite, el camionero me hace abrir la nevera, saca los sandwich y un buen pedazo de queso curado, me da un cuchillo y me dice que "comeee", le digo que no, que no tengo hambre (ésta vez era verdad), pero me dijo "comes ó si no, sales" pues lo comí todo. Esto no acabó así, sacó un odre con vino y empezó a beber. Después de unos tragos me lo pasó. Y así ibamos los dos tragando kilometros y tragando vino tinto. Hay que reconocer que cogí un pedo de los buenos, hasta casi empezé hablar castellano jejeje
Y ahora lo más fuerte - llegamos a Alcalá de Henares, voy reconociendo la ciudad, Alcampo de C.C. La Dehesa y justo en la salida donde me iba dejar el hombre, veo chispas desde el mechero al lado de la palanca de cambios, por todas las esquinas de la cabina por donde van los cables. El camión se queda sin electricidad, solo le funcionaban las luces de avería. INCREIBLE! Justo en el sitío donde me iba a dejar!
Me despido del amable camionero y decido ir primero a la calle Río Sorbes, donde pase unas increibles vacaciones en piso de mi padre en el 1.993. En el bolsillo solo tengo un número de telefono de Marzena - una amiga polaca y la dirección de Manolo, un amigo de mi padre.
Continuará...
Memorias de un inmigrante...
domingo, 25 de enero de 2015
sábado, 24 de enero de 2015
Camino a España
Me acerqué a este hombre polaco con bigote preguntando si me puede ayudar. le conté mis planes de sibir toda la Republica Checa, Eslovaquia, Hungría y Eslovenia para pasar por Italia y a Francia. El camionero me dijo rotundamente:
- Llevo 6 años vieviendo en Italia y sé como son italianos. No te dejarán a entrar ni de coña, tienes muchas más posibilidades entrar a Alemania que a Italia. Si quieres te acercaré a una gasolinera para que encuentres alguién que te lleve a Alemania.
No me quedó otra que subirme a ese Iveco rojo y grande. Pasada uno hora o dos, me baje en una gasolinera de esas que hay a lado de las autopistas, en algún punto de Chequia. De repenta veo una pareja de polacos saliendo de un Opel Kadett blanco, empiezo hablar con ellos y al escuchar mi historia se lamentan de que tienen el coche a tope de cosas personales, equipamiento de cocina etc. porque se están mudando desde Silesia (Polonia) a Alemania. Me invitaron a tomar un cafe, me dieron su nueva direccón y el número de teléfono y nos despedimos entre abrazos. Vagabundeando por el parking de la gasolinera, cansado, nervioso, abatido me parece ver otro coche con matrícula polaca. Empiezo hablar con los chicos (y sin saber idiomas!) - resulta que ni son polacos, ni la matrícula era polaca. Eran alemanes que volvían de una boda en Polonia vía Chequia. Nos metimos en el coche, delante el chico con su - imagino - novia, y detrás a la derecha una chica alemana de dimensiones más que grandes, grandes, yo en medio y a la izquierda una olla enorme de las que hace 30 años se usaban para cocinar la ropa de cama.
- Llevo 6 años vieviendo en Italia y sé como son italianos. No te dejarán a entrar ni de coña, tienes muchas más posibilidades entrar a Alemania que a Italia. Si quieres te acercaré a una gasolinera para que encuentres alguién que te lleve a Alemania.
No me quedó otra que subirme a ese Iveco rojo y grande. Pasada uno hora o dos, me baje en una gasolinera de esas que hay a lado de las autopistas, en algún punto de Chequia. De repenta veo una pareja de polacos saliendo de un Opel Kadett blanco, empiezo hablar con ellos y al escuchar mi historia se lamentan de que tienen el coche a tope de cosas personales, equipamiento de cocina etc. porque se están mudando desde Silesia (Polonia) a Alemania. Me invitaron a tomar un cafe, me dieron su nueva direccón y el número de teléfono y nos despedimos entre abrazos. Vagabundeando por el parking de la gasolinera, cansado, nervioso, abatido me parece ver otro coche con matrícula polaca. Empiezo hablar con los chicos (y sin saber idiomas!) - resulta que ni son polacos, ni la matrícula era polaca. Eran alemanes que volvían de una boda en Polonia vía Chequia. Nos metimos en el coche, delante el chico con su - imagino - novia, y detrás a la derecha una chica alemana de dimensiones más que grandes, grandes, yo en medio y a la izquierda una olla enorme de las que hace 30 años se usaban para cocinar la ropa de cama.
Ibamos entre
la lluvia, como dice el poeta "Por la calle del olvido donde nunca brilla
el día,
condenados a
una noche tan oscura como fría" unas 8 horas hasta que paramos en el
puesto fronterizo con Alemania.
. Llega el
guardia aleman y nos pide los pasaportes, comprobando las identidades: aleman,
aleman, aleman, polaco. Mira mi pasaporte, mira el sello
"ZURÜCKGEWIESEN" y con mi pasaporte en la mano se va a la caseta. Y
yo pensando que la prohibición de entrada se refiere a todo el territorio de la
Unión Europea empezé a sentir miedo. Os lo juro! Núnca en la vida tuve
tanto miedo como aquella noche. Más que miedo era el pánico. Tuve ganas de
salir del coche y correr sin parar. Cosa que era imposible teniendo en cuenta
que a mi izquierda estaba la enorme olla y a mi derecha más que enorme alemana.
Pasados unos minutos regresa el policía aleman, nos devuelve los pasaportes y
nos desea buen viaje! Yuppi! No me lo pude creer! Me despido delos
amables chicos en una gasolinera ni sé donde intentando encontrar otro coche
que me lleve dirección España. Por la mañana me invita a subir a su
camión remolque una mujer camionera. En principio todo era bien, lo malo es que
era un camion de reparto y paramos en un sinfin de sitios, parando en unos
cuantos pueblos y polígonos industriales. Bueno. El siguiente conductor que me
llevo era un crack. Un tipo joven, alto, barbudo y con rastas. Conduciendo con
el pie izquierdo - vestido de enormes botas Timberland - encima del salpicadero
y fumando marijuana. Me regalo un atlas de Europa sacado de una mochila sucia y
me dijo que me tengo mover en direccón Mulhouse en Francia. Nos
despedimos en una gasolinera cerca de frontera con Francia. Allí veo unos
cuantos camiones polacos aparcados detras del restaurante en el area de descanso.
Hablando con mis paisanos, ninguno quiso a llevarme a Francia, bueno - que os
den cabrones.... Un hombre mayor, trabajador de la gasolinera con señas me
explicó de que va a preguntar a los clientes y si alguíen quiere llevarme me
avisa. Pasadas unas horas veo una ímagen bastante curiosa: entra un
viejo autobus urbano color naranja a echar gasoil, la puerta delantera y
trasera esta soldada, solo existio la puerta del media la cual se abre y salen:
un tío con rastas, un tío calvo, un tío digamos "normal",
una mujer y un calvo con rastas. Les pregunto si me pueden llevar a Lyon, me
responden que sí, que no hay problema....
Continuará...
Bueno han
pasado muchos los años que estoy fuera de España, así por favor, disculpad mis
faltas de ortografía y de gramática. Es increible como se olvida - me
estoy haciendo pureta ;)
sábado, 5 de marzo de 2011
martes, 22 de febrero de 2011
Zurückgewiesen.
No han pasado ni 15 minutos y el simpático policía austriaco viene de nuevo. Me devuelve el pasaporte con una sonrisa como la de los anuncios de Colgate, me enseña un sello color violeta con las palabras mágicas: zurückgewiesen que en traducción libre significa "que te vayas a tomar por el culo puto inmigrante de mierda" y el cachondo señala con su dedo gordo y feo la dirección de la Republica Checa dicendo algo en aleman que supongo era algo como una invitación para visitar de nuevo el país de Havel.
Me quedé flipando. ¿Que hago? Mi orgullo de Aries no me permite volver a casa, los muy gilipollas los austriacos no me dejan cruzar la frontera, no tengo pasta, hace frío - que coño hago aquí en esta tierra de nadie entre frontera de Chequia y Austria. Sentado en una piedra grande a unos 500 metros de la terminal fronteriza me puse a llorar y pensar que hacer. Con un sello Zurückgewiesen ( rechazado en aleman) no me dejan entrar a Alemania ni de coña - pensé. Otra opción es cruzar toda la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Italia y así pasar a Francia para finalmente llegar a España. Pero a ver - mínimo son 4 días más. Sin comida, sin dinero y con ganas de aventura. No me queda otra - pensé... Empezé a caminar dirección terminal de carga para ver si hay algún camionero capaz de llevarme cuanto más lejos de este país rascista y enemigo. Se hizo de noche, estoy dando vueltas por la rampa donde los guardias fronterizos controlan mercancías entrando y saliendo de la UE (en el 1.998 tanto Polonia como República Checa estaba fuera de la Union Europea y de la zona Schengen) y de repente veo un camión rojo con la matrícula italiana. Decidí esperar a que el conductor salga para preguntar si me lleva a Italia. Un par de minutos después veo bajar de la cabina un hombre bajito con un pasaporte en la mano. Un pasaporte polaco :)))
P.D. Me he pasado 2 días buscando mi viejo pasaporte con la famosa palabra ZURÜCKGEWIESEN para escanear y poner la ímagen aquí, para que veais que todo lo que escribo en éste blog son historias reales - cosas que me han pasado a mí en los últimos años. Y no lo encuentro... En los últimos años tuve cambiar de casa un par de veces - puede que se perdió o yo que sé... Un saludo y podeis dejar algún que otro comentario, no? ;)
Continuará...
Me quedé flipando. ¿Que hago? Mi orgullo de Aries no me permite volver a casa, los muy gilipollas los austriacos no me dejan cruzar la frontera, no tengo pasta, hace frío - que coño hago aquí en esta tierra de nadie entre frontera de Chequia y Austria. Sentado en una piedra grande a unos 500 metros de la terminal fronteriza me puse a llorar y pensar que hacer. Con un sello Zurückgewiesen ( rechazado en aleman) no me dejan entrar a Alemania ni de coña - pensé. Otra opción es cruzar toda la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Italia y así pasar a Francia para finalmente llegar a España. Pero a ver - mínimo son 4 días más. Sin comida, sin dinero y con ganas de aventura. No me queda otra - pensé... Empezé a caminar dirección terminal de carga para ver si hay algún camionero capaz de llevarme cuanto más lejos de este país rascista y enemigo. Se hizo de noche, estoy dando vueltas por la rampa donde los guardias fronterizos controlan mercancías entrando y saliendo de la UE (en el 1.998 tanto Polonia como República Checa estaba fuera de la Union Europea y de la zona Schengen) y de repente veo un camión rojo con la matrícula italiana. Decidí esperar a que el conductor salga para preguntar si me lleva a Italia. Un par de minutos después veo bajar de la cabina un hombre bajito con un pasaporte en la mano. Un pasaporte polaco :)))
P.D. Me he pasado 2 días buscando mi viejo pasaporte con la famosa palabra ZURÜCKGEWIESEN para escanear y poner la ímagen aquí, para que veais que todo lo que escribo en éste blog son historias reales - cosas que me han pasado a mí en los últimos años. Y no lo encuentro... En los últimos años tuve cambiar de casa un par de veces - puede que se perdió o yo que sé... Un saludo y podeis dejar algún que otro comentario, no? ;)
Continuará...
viernes, 6 de agosto de 2010
Polonia, Chequia y Austria?
Las chicas de la gasolinera, eran muy majas, pero el sol de febrero salio de su escondite y ya era la hora de irse. 300km detrás, mi familia seguramente estaba durmiendo, después de una noche triste y larga.
El tráfico de coches en las calles de Katowice aumentaba y en la cabina de un único camión aparcado en la gasolinera, desaparecieron las cortinas negras. Una señal, seguro, de que el conductor de ese majestuoso renault magnum blanco estaba despierto, preparando todo para salir a la carretera. Cogí una posición estratégica en una de las esquinas de la gasolinera, para no perder de vista a mi "amigo" blanco que si hay suerte puede sacarme a mí y mi mochila de Polonia. No pasaron ni 10 minutos y salió de la cabina un hombre muy flaquito, muy bajito y feo de cojones. Parecía a una rata grande, con la cara chupada, un bigote negro fatal recortado y sin un diente. Después de esperar un par de minutos, a que el hombre vuelva después de echar la primera meada de la mañana, pegué un salto como si fuera una serpiente atacando a una ratita (nunca mejor dicho jajaja) y le pregunte - tuvé que emplear mucho las manos, ya que resulto ser italiano (no todos son como el Conde Lequio jajaja) - si sería tan amable de llevarme en su camión hasta Alemania. Con una fea (por lo de llevarse mal con los dentistas), pero sincera sonrisa me dijo que no, que no puede hacerme este favor, pero si quiero, puede dejarme en Cieszyn, en la frontera con Chequia. No está mal la idea - pensé metiendo mi enorme mochila en la cabina de más enorme aún magnum. El trayecto de unas horas desde Katowice a Cieszyn pasó en una amena "charla" con mi nuevo amigo camionero. El hombre entendía bastante bien en polaco así que después de decirme su nombre (no me acuerdo ya después de tantos años como se llamaba), me contó que lleva muchos años trabajando de camionero - lo que puede ser cierto teniendo en cuenta que rondaba los 60 años de edad, criticó el estado de las carreteras polacas y con un entusiasmo muy grande me hablaba de sus "ligues" con las putas de carretera (por cierto es muy triste tener que pagar por un polvo). Me parecía muy gracioso cuando juntaba el dedo pulgar con el índice, en forma de un órgano genital femenino, y metía la lengua entre los dedos explicándome lo que hacía con sus amigas de pago jajaja Ese hombre mayor en realidad era como un niño, pero parecía buena persona. Paramos por el camino para tomar un café y reunirnos un ratito con sus colegas camioneros. Después de unas cuantas horas estamos llegando a Cieszyn en el sur de Polonia, el camionero gracioso esta intentando explicarme que hay 2 pasos fronterizos - uno para los camiones y otro para los turismos y que mejor que me vaya a el para los turismos, me acerca a 100 metros del paso fronterizo para después dar la vuelta con un camión de 15 metros en una carreterucha de 2 carriles. Que simpático!
Es el domingo 22 de febrero del 1998, las 8.00 de la mañana. Con mi mochila - mi compañera de viaje - intento cruzar la frontera, pero no me dejan... Resulta que el paso fronterizo era solo para los coches, no para los viandantes. Doy la vuelta y me meto en el tercer coche, un viejo skoda 120 rojo y un par de metros después estoy de nuevo en la carretera, haciendo autostop con la intención de llegar a Alemania. Pasan horas, el tráfico desde Polonia casi nulo, pero en otro carril cientos de coches con matrícula polaca haciendo cola en la frontera, casi todos con esquí en el techo - los polacos volviendo de las vacaciones en el país de la cerveza. Sigo esperando, los bares ya están abiertos y yo sin un puñetero duro para tomar una birra, en la calle un grupo de chavales con las banderas de República Checa festejando el triunfo de la selección de hockey de su país y de repente se para un coche. Un viejísimo Mercedes de los que se usa todavía hoy en día como taxi en muchos lugares del mundo (por ejemplo Puerto de la Cruz - Tenerife). El mítico w123 rojo. Era un hombre ruso, volviendo de vacaciones en algún lugar de la extinta URSS. - ¿Me llevas a Alemania? - pregunté. -No hay problema, pero antes tengo que pasar por Austria - me dijo el hombre. Bueno - que más da. Prefiero estar sentado en un coche, que pasar el frío haciendo dedo, así que vámonos a Austria. No sé, si el velocímetro de viejo mercedes estaba estropeado o el ruso pisaba tanto, pero la aguja no bajaba de 170-180 km/h, era domingo, autopistas vacías, pero el cochazo tenía más de 20 años - hubo momentos que me acojonaba. Era la tarde ya cuando llegamos a la frontera. Aparcamos en un Duty Free ya que mi nuevo amigo ruso quiso comprar algo de vodka. Me acuerdo de estanterías llenas de Wyborowa (probablemente el mejor vodka del mundo) y de otras marcas - nuevas para mi en aquel momento. Ok, de nuevo en el coche para recorrer unos 100 metros hasta la terminal del paso fronterizo y llega la hora de sacar los pasaportes. Todo en orden, pero el policía pide que saque todo de la mochila. Lo voy sacando - calcetines, gayumbos, camisetas etc. Ok - parece que todo está bien. Nos devuelven los pasaportes, nos metemos en el coche y.... detrás veo corriendo un policía austriaco gritando en polaco: -Dinero! Cuanto dinero tienes? Pues voy sacando de mis bolsillos todo lo que tenía - unas 200 pesetas. El ruso - como vive en Alemania - lo estaba traduciendo lo que yo decía, que me voy a España, que voy a la boda de un amigo, que él me había invitado, que por eso no necesito mas dinero, que hago autostop y es gratis - claro - todo era mentira y.... y no coló... Nos despedimos el ruso y yo, nos dimos un abrazo, dijo que lo siente mucho y se fue. La policía fronteriza austriaca se llevo mi pasaporte a la caseta y me dijo que tengo que esperar... Ok si hay que esperar se espera. Hay que destacar en este momento que los austriacos y los alemanes quieren con igual fuerza (o más grande aún) a los polacos que los españoles a los moros. La cosa no pinta nada bien, pero eso os contaré en la siguiente entrada ;)
Continuará...
El tráfico de coches en las calles de Katowice aumentaba y en la cabina de un único camión aparcado en la gasolinera, desaparecieron las cortinas negras. Una señal, seguro, de que el conductor de ese majestuoso renault magnum blanco estaba despierto, preparando todo para salir a la carretera. Cogí una posición estratégica en una de las esquinas de la gasolinera, para no perder de vista a mi "amigo" blanco que si hay suerte puede sacarme a mí y mi mochila de Polonia. No pasaron ni 10 minutos y salió de la cabina un hombre muy flaquito, muy bajito y feo de cojones. Parecía a una rata grande, con la cara chupada, un bigote negro fatal recortado y sin un diente. Después de esperar un par de minutos, a que el hombre vuelva después de echar la primera meada de la mañana, pegué un salto como si fuera una serpiente atacando a una ratita (nunca mejor dicho jajaja) y le pregunte - tuvé que emplear mucho las manos, ya que resulto ser italiano (no todos son como el Conde Lequio jajaja) - si sería tan amable de llevarme en su camión hasta Alemania. Con una fea (por lo de llevarse mal con los dentistas), pero sincera sonrisa me dijo que no, que no puede hacerme este favor, pero si quiero, puede dejarme en Cieszyn, en la frontera con Chequia. No está mal la idea - pensé metiendo mi enorme mochila en la cabina de más enorme aún magnum. El trayecto de unas horas desde Katowice a Cieszyn pasó en una amena "charla" con mi nuevo amigo camionero. El hombre entendía bastante bien en polaco así que después de decirme su nombre (no me acuerdo ya después de tantos años como se llamaba), me contó que lleva muchos años trabajando de camionero - lo que puede ser cierto teniendo en cuenta que rondaba los 60 años de edad, criticó el estado de las carreteras polacas y con un entusiasmo muy grande me hablaba de sus "ligues" con las putas de carretera (por cierto es muy triste tener que pagar por un polvo). Me parecía muy gracioso cuando juntaba el dedo pulgar con el índice, en forma de un órgano genital femenino, y metía la lengua entre los dedos explicándome lo que hacía con sus amigas de pago jajaja Ese hombre mayor en realidad era como un niño, pero parecía buena persona. Paramos por el camino para tomar un café y reunirnos un ratito con sus colegas camioneros. Después de unas cuantas horas estamos llegando a Cieszyn en el sur de Polonia, el camionero gracioso esta intentando explicarme que hay 2 pasos fronterizos - uno para los camiones y otro para los turismos y que mejor que me vaya a el para los turismos, me acerca a 100 metros del paso fronterizo para después dar la vuelta con un camión de 15 metros en una carreterucha de 2 carriles. Que simpático!
Es el domingo 22 de febrero del 1998, las 8.00 de la mañana. Con mi mochila - mi compañera de viaje - intento cruzar la frontera, pero no me dejan... Resulta que el paso fronterizo era solo para los coches, no para los viandantes. Doy la vuelta y me meto en el tercer coche, un viejo skoda 120 rojo y un par de metros después estoy de nuevo en la carretera, haciendo autostop con la intención de llegar a Alemania. Pasan horas, el tráfico desde Polonia casi nulo, pero en otro carril cientos de coches con matrícula polaca haciendo cola en la frontera, casi todos con esquí en el techo - los polacos volviendo de las vacaciones en el país de la cerveza. Sigo esperando, los bares ya están abiertos y yo sin un puñetero duro para tomar una birra, en la calle un grupo de chavales con las banderas de República Checa festejando el triunfo de la selección de hockey de su país y de repente se para un coche. Un viejísimo Mercedes de los que se usa todavía hoy en día como taxi en muchos lugares del mundo (por ejemplo Puerto de la Cruz - Tenerife). El mítico w123 rojo. Era un hombre ruso, volviendo de vacaciones en algún lugar de la extinta URSS. - ¿Me llevas a Alemania? - pregunté. -No hay problema, pero antes tengo que pasar por Austria - me dijo el hombre. Bueno - que más da. Prefiero estar sentado en un coche, que pasar el frío haciendo dedo, así que vámonos a Austria. No sé, si el velocímetro de viejo mercedes estaba estropeado o el ruso pisaba tanto, pero la aguja no bajaba de 170-180 km/h, era domingo, autopistas vacías, pero el cochazo tenía más de 20 años - hubo momentos que me acojonaba. Era la tarde ya cuando llegamos a la frontera. Aparcamos en un Duty Free ya que mi nuevo amigo ruso quiso comprar algo de vodka. Me acuerdo de estanterías llenas de Wyborowa (probablemente el mejor vodka del mundo) y de otras marcas - nuevas para mi en aquel momento. Ok, de nuevo en el coche para recorrer unos 100 metros hasta la terminal del paso fronterizo y llega la hora de sacar los pasaportes. Todo en orden, pero el policía pide que saque todo de la mochila. Lo voy sacando - calcetines, gayumbos, camisetas etc. Ok - parece que todo está bien. Nos devuelven los pasaportes, nos metemos en el coche y.... detrás veo corriendo un policía austriaco gritando en polaco: -Dinero! Cuanto dinero tienes? Pues voy sacando de mis bolsillos todo lo que tenía - unas 200 pesetas. El ruso - como vive en Alemania - lo estaba traduciendo lo que yo decía, que me voy a España, que voy a la boda de un amigo, que él me había invitado, que por eso no necesito mas dinero, que hago autostop y es gratis - claro - todo era mentira y.... y no coló... Nos despedimos el ruso y yo, nos dimos un abrazo, dijo que lo siente mucho y se fue. La policía fronteriza austriaca se llevo mi pasaporte a la caseta y me dijo que tengo que esperar... Ok si hay que esperar se espera. Hay que destacar en este momento que los austriacos y los alemanes quieren con igual fuerza (o más grande aún) a los polacos que los españoles a los moros. La cosa no pinta nada bien, pero eso os contaré en la siguiente entrada ;)
Continuará...
sábado, 29 de mayo de 2010
Cómo ha cambiado el mundo...
Cómo ha cambiado el panorama de inmigración en España en los últimos 15 años... Es que es para flipar. Dicen los pajaritos que la crisis actual es la venganza de ZP por reirnos de sus hijas;)
¿Por qué escribo hoy sobre inmigración? Es porque hoy me ha llamado una amiga informándome sobre unos amigos suyos que emigran a Polonia. Y no se trata de gente joven expresamente, los 2 son españoles, los 2 tienen mas de 40 años y decidieron emigrar a Polonia porque en España no ven futuro.
¿Pero cómo es posible que el mundo ha cambiado tanto en tan solo 15 años? No se trata de un caso aislado, en ultimos seis meses me he enterado de por lo menos 6 personas más que decidieron emigrar a Polonia. Un país desconocido, un país con un idioma bastante díficil para aprender, un país bastante gris y frío si lo comparamos con el "verano azul" español.
Navegando por Internet he encontrado hace un par de días un trabajo realizado hace 15 años por M.ª Pilar González Yanci y M.ª José Aguilera Arilla "Los polacos en los nuevos flujos inmigratorios en España: una aceptación social diferente" . Muy interesante desde mi punto de vista. Pues resulta que en la epoca dorada de la economía española los polacos eramos el grupo más numeroso de los llamados Países del Este. De los inmigrantes del antiguo bloque comunista 54% eran polacos. En el 1.993 eramos noveno grupo más grande entre todos los extranjeros no comunitarios. Más de la mitad de los polacos en España eran hombres que se dedicaban a trabajar en el sector de la construcción. Trabajaban de 08.00 a 18.00, ganaban 100.000 pesetas. Compartían pisos con otros polacos alquilando camas o habitaciones. La mitad de sueldo se lo envíaban a Polonia para poder mantener así la mujer y los hijos. Otra mitad de sueldo se la quedaban para mantenerse en España - después de pagar el piso y la comida, les sobraba para salir de cañas todos los días después de currar y una vez a la semana salir de putas a un club (los más golfos - no todos). Eran tiempos no tan lejanos, pero muy diferentes. Ahora parece ser al revés - una persona tiene díficil para mantenerse de un sueldo solo (vamos se puede, pero sin tirar cohetes) y muchos de estos inmigrantes economicos de la última decada decidieron abandonar España - eso sí - enriquecidos con nuevas experiencias, sabiendo un idioma nuevo y dejando en muchos casos buenas amistades. Y lo mas curioso es que después estos amigos españoles se plantean emigrar a Polonia! Vale, voy aclarar - no se trata de Pepe o Paco levantando ladrillos en obras polacas, ni de María o Josefa trabajando de "chacha" en casas polacas - se trata de pequeños empresarios o autonomos españoles que viendo el estancamiento de la economía española deciden buscar suerte en Este, aprovechando los contactos que tienen allí. Como el caso de un matrimonio que después de hacer calculos y observar durante unos meses la situación económica en Francia, Alemania y otros países de Europa finalmente decidio trasladar el negocio a Varsovia. Los 2 con hijos adolescentes han decidido arriesgar todo, alquilaron una nave en las afueras de la capital polaca y según me cuenta mi amiga - están super contentos, el negocio funciona muy bien, trabajan con clientes de Polonia, Ucrania y Alemania y de momento no piensan volver a España.
Si alguién me hubiera dicho hace 10 años que voy a ver con mis propios ojos polacos abandonando España (en muchos casos después de 15-20 años en este país) y que es más fuerte - españoles emigrando con sus familias a Polonia hubiera pensado que está loco.
El mundo cambia señores... A veces demasiado rápido...
¿Qué opinais vosotros?
sábado, 8 de mayo de 2010
Haciendo el dedo.
Año 1998. 21 de febrero, 17.00 horas. Sábado. Algún lugar de sureste de Polonia. Un día triste y gris, no muy frío para esta epoca del año, unos 10-12ºC. Eso sí - un día triste, pero yo alegre, emocionado, atontado y sin pensar a donde me llevará mi aventura. Vestido de un chanádal blanco y rojo de Toyota Motor Poland que gané en un concurso en la TV Rzeszow y con ganas de conquistar el mundo - o por lo menos Europa. Me despedi de mi madre, de mi hermana, pero no de mi padre. Es que no me gusta que me griten - así que a tomar por el culo - sayonara papá... ( A veces y después de tantos años me pongo en el lugar de mis padres y madre mía - tengo miedo de tener hijos, me sale un cabrón como yo mismo y no se que haría...)
Tres horas después pasando por Parkosz, Pilzno donde vive mi familia materna estuve solo a 30 km de mi casa - qué mal empezamossss... llega la noche y bajan las temperaturas. El momento crítico llega a las 12 de la noche, estoy en un oscuro arcén de la Nacional 40, tiritando de frío, con mi mochila grande y roja de única compañera y afilando los oídos para ver si se acerca algún coche. Mucho tráfico local y muy pocos camiones.. 45 minutos despés me dije que no puedo más, estoy congelado, no pasan coches, hay que volver a casa abatido y pedir perdón a mis padres. Pero ese no era el plan, ademas mi jodido orgullo de aries no me permite volver a casa... Dije en voz alta que si hasta la 01.00 no consigo parar ni un coche, paso al otro lado de la carretera y vuelvo a casa. Es triste... Pero llega un milagro a las 00.59, se para un Jeep Grand Cheeroke, el hombre se ofrece a llevarme a Katowice, abro el portón trasero para guardar mi amiga roja y grande, veo unas botas de montar caballo llenas de barro, mierda y no se que más y pienso - ese es un personaje - por lo menos el viaje será más ameno. Y así fué. Resulta que el buen hombre que se paró era un empresario de Katowice, que cada fin de semana se va a Bieszczady a caminar por las montañas, montar caballo etc. Para los que no saben que son los Bieszczady - son unas montañas en sureste de Polonia, verdes y salvajes, algunos dicen que el sitio más salvaje de Polonia, no tienen mucha población, pero muchos osos, lobos etc. El simpático hombre que no me acuerdo de su nombre me contó sus historias y las de sus caballos y yo le conté la mía. Bueno no lo dije toda la verdad - hay que reconocerlo, le dije que decidi dejar todo por una apuesta con los colegas... El resto de viaje el pobre hombre intentaba convencerme de que hay que volver a casa, que mis padres están sufriendo etc. Pero como vio que sus casi ruegos no hacen efecto, al llegar a Katowice coge su cartera, saca 20 zlotys y dice - toma - por lo menos llama a tu madre porque sé que esta preocupada. A mí no me gusta que me regalen dinero pero el hombre insistía así que lo cogí le dí las gracias y me quede solo en una gasolinera de Aral en la entrada de Katowice. Con los 20 zlotys que me dio el hombre compré un pan, una botella grande de Sprite y una bolsa grande de patatas fritas . Alá! ;) La noche me la pasé hablando con 2 guapas empleadas de la gasolinera y esperando a que aparezca el dueño de un único camión aparcado en la estación de servicio.
Continuará....
Suscribirse a:
Entradas (Atom)